VIAJE - viernes 28 de septiembre de 2007: Al fin, llegó un día increíble, uno de los mas esperados de mi vida. Después de esperar un largo año, por segunda vez iba a estar en el lugar mas hermoso del mundo. Simplemente quería escuchar el sonido del motor arrancando, no me importaba dejar mi celular, mi computadora, mi familia y amigos atrás... Una vez dentro del micro mire por la ventana, y las vi a Karen y a Pri, llorando porque nos iban a extrañar, al igual que mis viejos y mi hermana. Me gusto eso porque me sentí muy querido por ellos, pero a la vez quería despegarme de esa imagen de inmediato... Mientras menos este conectado con esa realidad, mejor.
Así fue como partimos para Misiones, con los cuerpos llenos de energía y ansias... me acuerdo haber entrado primero al micro y sentarme arriba de todo y en el primer asiento, donde tenés una ventana frente tuyo y podes ver el camino perfectamente, de tal manera que concentrándose en el paisaje podes llegar a imaginarte que estas volando sobre el asfalto. Al lado mío estaba mi mejor amigo Nacho. Después de unas horas los demás chicos nos acompañaron (marian, pato, juampi, pulga, guille, papon) y cantamos canciones con la guitarra (loco un poco, prohibido, arde la cuidad, arrancacorazones, calipso). Cuando termino toda la euforia se fueron todos a dormir, pero yo me quede mirando el paisaje, tratando de imaginarme lo que minimamente iba a ser el viaje, la cara de los nenes, sus abrazos, sus sonrisas, el olor, el clima, el aire. Me esforcé tanto en hacerlo que me introduje en otro lugar, miré a todos al rededor y me sentí muy diferente. En mi reproductor de mp3 estaba sonando A Lack Of Colour de Death Cab For Cutie, y por primera vez sentí que el tiempo se había detenido, comprendí algo indescifrable... me sentí vivo, feliz. Me sentí aliviado, desabitado, incomodo, desahogado... y sin otra cosa que hacer, lloré como reflejo de todo esto que me pasaba. Pero estar ahí valía la pena mas que cualquier otra cosa en todo el mundo...
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