algo que detona en alguna parte, y te incomoda
una paralisis cerebral, el escalofrío que sube por los codos
los mismos que se apoyan en una manta de color azul,
siempre resignados por ser lo mejor de todo
aun mejor que indudable satisfación del apoyo
felices por su miseria de serlo
pero nunca menos necesarios que antes
las cosas que estan cuando cerramos los ojos,
sobre todo las cosas que se sienten
esas que alentan la respiración
un tiempo indeterminado de veces
nos recorre una sombra por el cuerpo
inevitable, sin pertenecerle a nadie
y nadie lo puede entender
una cosa astrológicamente alineada
que se valla a otro lugar
y te deje dormir a la noche
estoy en las cosas
la mayoría de las veces a destiempo
hay que aprender a volver
y lamentarse
que bueno que cuento con dos codos
31 octubre 2010
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